El Arte de los Maestros de Jachkares: Un Vínculo con Nuestra Herencia Espiritual a Través de los Siglos
Los jachkares, como una parte inseparable de la cultura armenia, se encuentran en la encrucijada de nuestra historia y espiritualidad, portando valores tanto religiosos como culturales. Estas singulares esculturas, que se han convertido en verdaderas obras de arte, fueron creadas por los talentosos maestros de jachkares. Aunque con el tiempo muchos de sus nombres han sido olvidados, su legado sigue presente en los más altos niveles de nuestra cultura.
Las primeras menciones de los maestros de jachkares se remontan al siglo IX. Desde entonces, los maestros grababan sus nombres en los jachkares, al principio de forma oculta y, a partir de los siglos XV al XVII, en lugares visibles. Esto no solo representaba la identidad del artista, sino que también era motivo de orgullo para el cliente, mostrando que había encargado la obra a un maestro de renombre. Los jachkares que llevan el nombre de sus creadores solo son superados en número por los manuscritos, lo que atestigua la genialidad creativa y el alto nivel artístico de estos artesanos.
El período de mayor expansión de los jachkares corresponde a los siglos XIII al XVII, cuando los maestros recorrían ciudades y pueblos, creando estos monumentos de piedra. Combinando los conocimientos de constructores y talladores, producían jachkares impresionantes y decorados, que tenían tanto significado religioso como conmemorativo, además de un elevado valor artístico. Los nombres grabados en los jachkares, aunque raros, atestiguan que estos artistas a menudo ganaban fama nacional.
Entre los maestros más conocidos del siglo XIII se encuentran Momik, Vetsik, Vahram y Poghos, cuyos nombres son celebrados en los monumentos de arte jachkar. Momik, quien combinó habilidades arquitectónicas y de escultura en sus obras, ganó reconocimiento por sus minuciosos grabados. Stepanos Orbelian le otorgó a Momik este apodo, señalando que la piedra se moldeaba en sus manos como cera. Así fue como se hizo famoso.
Kirám Kazmogh, quien trabajó entre 1551 y 1610, fue uno de los maestros de jachkares más destacados. Sus obras superan las 300, y muchas de ellas aún se mantienen en pie. Entre ellas, destacan los jachkares de Surp Sarkis en la aldea de Yeranos, en el distrito de Martuni, y en la aldea de Berd, en el distrito de Shamshadin. Kirám trabajó principalmente en Gegharkunik, donde desarrolló y perfeccionó el "estilo de talla detallada", convirtiéndolo en un arte refinado y elegante.
La grandeza del arte de los jachkares se ha preservado hasta nuestros días. Hoy en día existen maestros de jachkares que no solo conservan esta tradición cultural, sino que también la desarrollan. El más conocido de estos artesanos es R. Nalbandian, quien ha creado más de 1,100 jachkares. Además, fundó una escuela de jachkares, donde las nuevas generaciones continúan aprendiendo y practicando este valioso arte.
Los jachkares han cambiado con el tiempo, pero su contenido esencial y valor artístico nunca han perdido su fuerza. Hoy, los jachkares representan la unidad de las generaciones antiguas y nuevas de la cultura armenia, preservando el vínculo entre nuestro pasado y nuestro presente, mientras que las obras dejadas por los maestros siguen siendo la más alta expresión del arte nacional.