El ICAB celebra la imposición de togas y da la bienvenida a una nueva generación de abogados

Plano general, tomado en el Salón de Actos del ICAB, de todos los asistentes a este acto solemne. En primera fila, Jesús M. Sánchez, decano del Colegio de Barcelona. Junto a él, Antonio Recio, presidente de la Audiencia Provincial de la ciudad condal. Foto: ICAB.

El Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) celebró una ceremonia solemne en su Salón de Actos para recibir a 70 nuevos abogados. Este acto de imposición de togas simboliza el comienzo de una carrera profesional marcada por el compromiso ético y la dedicación al servicio de la justicia.

El decano del ICAB, Jesús M. Sánchez, presidiendo el acto solemne. Foto: ICAB.
El ICAB celebra la imposición de togas y da la bienvenida a una nueva generación de abogados

Emma Hakobyan: de refugiada a defensora de los derechos humanos

Entre los nuevos abogados destacó Emma Hakobyan, una abogada que encarna la superación y el compromiso social. Nacida en Armenia y llegada a España como refugiada, Hakobyan enfrentó los desafíos de integración en un país desconocido desde muy joven. Esta experiencia personal la llevó a abrazar el derecho como una herramienta para combatir las injusticias y defender los derechos de los más vulnerables.

Hakobyan, actual vicepresidenta de la Comisión de Justicia Penal Internacional y Derechos Humanos del ICAB, ha construido una carrera centrada en la protección de los derechos fundamentales. Su historia de perseverancia y su dedicación a la justicia la han convertido en un referente dentro de la comunidad jurídica, inspirando a sus colegas y a los nuevos colegiados.

De izquierda a derecha, el decano, Jesús M. Sánchez, Érika Torregrosa, madrina de Emma Hakobyan, a continuación, y la diputada Carmen Valenzuela. Foto: ICAB.

El liderazgo de Hakobyan va más allá de su práctica profesional. Su participación activa en causas de derechos humanos refleja un compromiso inquebrantable con la sociedad. Acompañada por su madrina, Erika Torregrossa, abogada y defensora reconocida, Hakobyan destacó la importancia de recordar las raíces personales que motivan la vocación de cada abogado. “Mi experiencia me ha enseñado que, aunque el camino pueda ser difícil, el deseo de ayudar a los demás define nuestra misión como abogados”, afirmó en su discurso.

El acto de imposición de togas no es solo un ritual de bienvenida; es un recordatorio del rol esencial de los abogados en la defensa de la justicia. La presencia de Emma Hakobyan y su historia de superación le dieron a esta ceremonia un valor especial, subrayando la importancia del compromiso social en el ejercicio de la abogacía. Su ejemplo inspira a los nuevos abogados a enfrentar sus propios desafíos y a utilizar su profesión como un medio para generar un impacto positivo en la sociedad.

La ceremonia del ICAB no solo celebra el inicio de la carrera de nuevos abogados, sino que también resalta el poder transformador de la abogacía cuando se ejerce con integridad y vocación. La trayectoria de Emma Hakobyan, desde su llegada a España como refugiada hasta su rol como defensora de los derechos humanos, es un recordatorio de que el derecho puede ser un vehículo de cambio y esperanza, motivando a una nueva generación a seguir luchando por un mundo más justo y equitativo.