El Encuentro de Arman Mayilyan con Su Santidad el Papa Francisco: Un Obsequio de Fe y Cultura
El empresario y filántropo armenio Arman Mayilyan, residente en Barcelona, tuvo el honor de ser recibido en audiencia oficial por Su Santidad el Papa Francisco en el Vaticano. Este significativo encuentro subrayó el compromiso de Mayilyan con la preservación de la herencia cultural armenia y el fortalecimiento de lazos entre Armenia y las instituciones globales.
En este marco solemne, Arman Mayilyan presentó a Su Santidad un obsequio de profundo simbolismo: una Biblia escrita en armenio, cuidadosamente elaborada con una artesanía excepcional. Este gesto representó no solo la espiritualidad del pueblo armenio, sino también la rica tradición cultural que Mayilyan ha trabajado incansablemente por preservar y promover.
Durante la audiencia, Su Santidad expresó su aprecio por el regalo y su apoyo hacia el pueblo armenio, reconociendo la importancia de mantener viva su identidad cultural y espiritual en el contexto global actual.
Arman Mayilyan ha dedicado gran parte de su vida a fortalecer los lazos con Armenia. Durante la agresión contra el pueblo de Artsaj y la guerra de 44 días en 2020, organizó una destacada campaña humanitaria que incluyó el envío de ropa, medicamentos y 24 ambulancias a Armenia, destinadas a apoyar a los soldados y a las familias desplazadas de Artsaj.
Además, ha contribuido a la preservación de la memoria histórica Armenia, impulsando la instalación de Jachkares (cruces de piedra armenias) en el Santuario de Santa María de Montserrat de Pedralbes, en Barcelona, y frente a la iglesia Surb Zoravor, en Ereván.
Además de su audiencia con el Papa Francisco, Arman Mayilyan tuvo el privilegio de reunirse con Sus Majestades el Rey Felipe VI y la Reina Letizia de España en el Vaticano.
El encuentro con Su Santidad el Papa Francisco destaca la labor de Arman Mayilyan como un ejemplo de compromiso con Armenia y su diáspora. Su capacidad para preservar las tradiciones culturales mientras fomenta el diálogo internacional resalta la importancia de su trabajo.
Este momento histórico en el Vaticano simboliza su dedicación a causas universales como la memoria, la paz y la cooperación entre los pueblos.