Monasterio Amaras: La Tragedia de un Patrimonio Sagrado en Artsaj
El Monasterio Amaras, en armenio Ամարասի վանք (Amarasi vank), es un santuario ancestral que se yergue majestuosamente en la República de Artsaj, en la región de Martuni del Nagorno Karabaj. Este monasterio es una joya histórica que nos conecta con nuestras raíces milenarias y despierta en nosotros un profundo sentido de orgullo y devoción.
Fundación y Significado Histórico
El Monasterio Amaras tiene sus raíces en el siglo IV, cuando fue erigido por el primer catolicós de Armenia, San Gregorio el Iluminador. En este sitio sagrado, se construyó una iglesia que no solo albergó la espiritualidad de nuestro pueblo, sino que también se convirtió en un faro de conocimiento. En el siglo V, el ilustre erudito armenio Mesrop Mashtots, el creador del alfabeto armenio, estableció la primera escuela armenia en los terrenos del monasterio.
Además de su trascendental importancia educativa, el Monasterio Amaras también sirvió como la residencia del catolicós de la Iglesia Apostólica Armenia. Durante siglos, fue un epicentro religioso y cultural no solo de Armenia, sino también de la histórica región de Artsaj.
Siglo XX: Desafíos y Perseverancia
A lo largo de los años, el Monasterio Amaras ha enfrentado desafíos que pusieron a prueba su resistencia. En 1988, durante el primer conflicto en Nagorno Karabaj, se autorizó la apertura de varias iglesias en la región, incluyendo Amaras. No obstante, las autoridades azerbaiyanas obstaculizaron este proceso y, lamentablemente, el monasterio sufrió un ataque por parte de fuerzas azerbaiyanas apenas dos días después de abrir sus puertas a los fieles.
En mayo de 1991, el monasterio padeció daños considerables a causa de los ataques de las fuerzas azerbaiyanas. En dos ocasiones, el monasterio fue objeto de ataques y saqueos, lo que resultó en la pérdida de objetos litúrgicos y ofrendas de los devotos.
Un Futuro de Resiliencia: a pesar de la agresión de las fuerzas azerbaiyanas en 2023
Hoy, en el año 2023, el Monasterio Amaras se encuentra en una encrucijada histórica. Debido a los acontecimientos recientes y la agresión del gobierno azerbaiyano, el monasterio ha caído bajo el control de las fuerzas militares azerbaiyanas y se ha restringido el acceso a los armenios. Esta situación es, sin lugar a dudas, una afrenta a nuestra herencia cultural y religiosa.
Sin embargo, en lugar de considerar este capítulo como "el triste destino", podemos mirarlo como un llamado a la acción. Es un recordatorio de que debemos perseverar y trabajar incansablemente por la paz y la justicia en la región. Nuestro compromiso con la preservación de lugares históricos como Amaras, que encarnan la riqueza cultural de Armenia y Artsaj, es más fuerte que nunca.
En última instancia, el Monasterio Amaras es un faro de esperanza que brilla incluso en los momentos más oscuros. Su historia, su significado y su belleza perdurarán, y debemos unirnos para asegurarnos de que estas llamas nunca se extingan. El futuro de Amaras y de nuestra identidad armenia depende de nuestra determinación y unidad.