La Columna del Intelectual - “Cómo nos gusta leer”
Estimados amigos, lectores de La Voz Armenia,
Con mucha alegría y responsabilidad empiezo mi colaboración con este medio de comunicación que se ha hecho popular entre miles de personas en todo el mundo. El carácter único de La Voz Armenia es que está enfocado hacia las personas armenias y a Armenia, pero al mismo tiempo explica nuestra forma de ser, nuestras costumbres y nuestro lugar en el mundo a las personas de habla hispana.
La Columna del Intelectual que les ofrezco será de utilidad para las personas que quieren aprender, formarse y crecer cada día, independientemente de su edad, formación y profesión.
El primer tema de la columna es “Cómo nos gusta leer”. ¿Alguna vez ha pensado por qué en el siglo 21, cuando existen miles de bibliotecas virtuales, salas de lectura digitales y libros electrónicos, cuando toda la literatura mundial está disponible a través de un click a todas horas del día, en cualquier sitio, los libros impresos no solo no desaparecen sino que además su número crece cada día.
Vivimos en una realidad donde la obra entera de Tolstoy o de Shakespeare está a nuestra disposición solo a un click. Leemos con ordenadores, móviles, tablets y otros dispositivos. Podemos fácilmente encontrar cualquier obra en internet, ya sea novelas de cientos de páginas, poemas, historia, investigaciones científicas… Sin embargo, todos los años las librerías sacan a la venta miles de títulos que desde hace tiempo “habitan” en internet.
En los últimos 20 el número de los títulos de libros impresos ha triplicado, mientras que las tiradas totales se han cuadruplicado. Hoy en España, el Reino Unido y Corea del Sur se publican mil libros por un millón de habitantes, en Francia se publican 800 libros por un millón de habitantes, en EEUU 240, en Rusia 200, en China 60. Por cada habitante de EEUU se publican 10 libros al año, en Francia 5, en China 3,5. Cada año se publican más de 1 millón de títulos en nuestro planeta.
Es evidente que hay una gran demanda para libros: la gente los compra, los lee, los regala. Hoy las bibliotecas domésticas no han perdido su importancia, y los libros siguen siendo una parte fundamental de un hogar. Millones de personas en todo el mundo acuden a bibliotecas diariamente. Solo la Biblioteca nacional del Congreso (EEUU) recibe alrededor de 2 millones de visitantes al año. El total de las bibliotecas en el mundo se estima en unas 560.000, y el número de sus visitantes crece cada año.
¿Por qué internet con su potencial gigantesco no ha desplazado los libros impresos? ¿Por qué no disminuye la demanda por publicaciones impresas científicas y de ficción? No hay respuesta definitiva, pero las investigaciones señalan las siguientes ventajas de las publicaciones impresas:
1. El texto impreso se percibe y se memoriza mejor
2. Motiva más
3. Evoca más sentimientos
4. La calidad de la impresión, la tipografía, el tacto del papel, la cubierta crean un ambiente especial.
Pero los libros electrónicos también tienen sus ventajas: la posibilidad de cambiar la tipografía, trabajo con el texto, notas, comentarios, se puede leer en un espacio poco iluminado, la incorporación de los formatos audio y video, su tamaño reducido, su precio más económico o incluso muchas veces gratuito.
Si es usted un “gourmet” bibliófilo y se siente atraído por los libros impresos, no dejará de frecuentar las librerías y adquirir libros con cubiertas espectaculares enriqueciendo con ellos su biblioteca personal. Tampoco dejará de estar orgullosa de esos tesoros.
No me aventuro a contabilizar los pros y los contras, ni a declarar cuál de los dos formatos es mejor. Pero no cabe duda de que las personas leen, leen mucho, leen en todo el mundo, y cuántas más personas lean, se formen, y se hagan más intelectuales mejor para nuestro planeta. Como decía Walt Disney, “usted sería la persona más desdichada en esta vida si no leyera libros y poemas”.
ANAHIT HARUTYUNYAN - PROFESORA, DOCTORA DE CIENCIAS FILOLOGICAS